martes, 24 de septiembre de 2013

Un poco de historia y una opinión

El Rito Escocés Rectificado tiene sus fundamentos en el Escocés Primitivo llevado a Francia por los partidarios jacobitas. Este rito escocés primitivo no debe confundirse con el Escocés Estándar, que es en la actualidad el más practicado en Escocia. El originario Rito Escocés Primitivo fue adaptado por la conocida por Estricta Observancia, de origen germánico, y de esta pasa al RER, al Rito Sueco y otras prácticas masónicas continentales. Por este origen y por ser un rito masónico cuya doctrina y rituales tienen fuentes originales contrastadas deviene el mantenimiento de su componente cristiano, presente en la masonería operativa, y que emana directamente de las fuentes escritas dejadas, especialmente, por Martínez de Pascualy y Willermoz. Esto es, una filosofía cristiana en realidad aconfesional y aglutinadora que en nada tiene que ver con ninguna iglesia, por lo que cada miembro del RER puede practicar la religión que estime conveniente o, si fuera el caso, ninguna. La masonería, también en el RER, es una escuela de librepensadores, aunque asume una filosofía de base común a toda la tradición occidental. Esta aconfesionalidad y apego al librepensamiento se comprueba al conocer la participación de los fundadores del RER en el proceso revolucionario francés; no todos, sin embargo, en el mismo partido, aunque sí involucrados en la transformación del Antiguo Régimen que otorgaba carácter divino a la Monarquía, lo que los oponía al catolicismo de su tiempo. Por eso, en modo alguno su filosofía cristiana, según opinamos muchos de nosotros, es una inspiración excluyente, una visión de la vida que parcele el mundo entre “nosotros” y “ellos”, “los nuestros” y “los de ellos”. La orden masónica es una fraternidad universal, que une a hombres libres en una búsqueda espiritual y moral que engrandece al conjunto de la humanidad. Sin exclusiones.

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